Cincuenta y siete años de compromiso en la construcción del sueño de
formar ciudadanos del mundo y nuestra mejor recompensa no está en el resultado
de tan ardua labor, sino en el esfuerzo de todos aquellos quienes apostaron por
ser referentes imborrables del proyecto de vida de niños, jóvenes, padres de
familia y colaboradores a lo largo de la trayectoria beethoviana.
La noble labor de educar y de formar ciudadanos va más allá de enseñar.
Educar es generar un espacio de convivencia para moldear a niños en adultos que
se respeten mutuamente, que se conviertan en ciudadanos éticos, razonadores y
críticos, emprendedores e indagadores, mediante el ejercicio de los valores y
principios. Estos espacios de convivencia se materializan en varios lugares; y
uno de ellos es precisamente en el colegio Beethoven, un espacio en donde
motivamos a nuestros estudiantes a ser libres.
Nuestro especial reconocimiento a todos los docentes, a los
administrativos, a los directores y padres de familia que pasaron por esta I.
E. aportando su dedicación y esfuerzo por mejorar cada día y que gracias a su
entereza se concretó la titánica obra de construir un plantel educativo que
actualmente contamos de una infraestructura adecuada, acogedora y saludable.
Recordamos y agradecemos también las huellas imborrables de las
diferentes promociones, las APAFAS y padres de familia quienes hicieron posible
la vida institucional en el sector de Independencia contribuyendo con
responsabilidad y destreza la confianza depositada por las autoridades
educativas de la región de Arequipa.
Este recuento de los 57 años de la familia beethoviana conllevan a
reflexionar hacia dónde vamos, cómo mejoramos y potenciamos lo que se ha
construido, es decir, cómo entregamos más valor a la sociedad. Como resultado a
esta reflexión, Beethoven avanza en la consolidación de la formación de
ciudadanos del mundo, a través de la reformulación de los pilares
institucionales que constituyen nuestra filosofía educativa; y, el trabajo en
la transformación de la praxis docente que constituye, en última instancia, el
canal principal por el cual se genera y concreta el ideal institucional.
La promesa de valor beethoviano, formar ciudadanos del mundo, trae
a la mente dos pensamientos muy significativos: el de Abraham Lincoln: “La
filosofía del aula en una generación será la filosofía del gobierno en la
siguiente”; y
del escritor Aldous Huxley, quien en su libro “Un mundo feliz”, sabiamente
indica que la única y verdadera revolución que importa, es la revolución del
interior.
Por lo tanto, avanzar hacia ese horizonte, es la forma en la que aportamos
a la sociedad y hacemos que cobre sentido el pensamiento de Lincoln. En tal
virtud, la filosofía y praxis de nuestros docentes serán el elemento
desencadenador de la formación de los futuros ciudadanos que liderarán la
sociedad selva alegrina y peruana.
Para construir este ideal es necesario permanecer fiel al compromiso entre
los padres de familia y la institución. Compromiso que confirma la confianza
depositada en nuestra labor de educar; en tal sentido agradecer y reconocer a
todos los actores, como son: Administrativos, Auxiliares de Educación y Docentes
por su dedicación y esfuerzo al servicio de la niñez y juventud y que forman
parte de esta gran familia.
¡FELIZ
ANIVERSARIO BEETHOVIANOS DE CORAZÓN!
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